Días en los que solo te apetece escribir para intentar vaciarte por
dentro. Para intentar no sentir nada. Para ser fría, de piedra. Y lo
único que consigo es demostrarme a mi misma lo débil que soy. Lo rota
que estoy por dentro. Lo que te necesito. Que me haces falta aquí, y no
te lo puedo decir. Eso es lo peor. Estoy tan acostumbrada a ocultar
sentimientos que a veces hasta me creo que es verdad y luego viene la
desilusión. Cuando me doy cuenta que no te he olvidado ni un segundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario