A veces he sentido que no había razones por las que vivir, que todo era
malo, que nada servía para nada.Que no existe sentido alguno por el que
levantarme cada mañana e ilusionarme con que me vean bien.Esas ganas de
quererme a mí misma, de darme caprichos como comprarme ropa nueva o
ponerme ese perfume que tanto me gusta. Llegue al punto de decirme ¿
Para qué?, si no sirve para nada.Esa sensación la tuve y la tendré, pero
ahora estoy bien.A veces pequeñas cosas sin importancia, pequeños
piropos, pequeñas sonrisas de personas que te importan te hace sentir
que todavía queda algo por lo que vivir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario