Que
el tiempo pasa, pasa muy deprisa, a veces demasiado; y según va
pasando, van cambiando las cosas. Entonces, para cuando nos queremos dar
cuenta, ya ha pasado mucho tiempo, y aunque queramos cambiar algo de lo
que hicimos, ya no podemos, es demasiado tarde, porque el tiempo ya a
pasado.. Y es que cada segundo, cada minuto, cuenta. Porque luego no
vale arrepentirnos de algo que podríamos haber echo, o que podríamos haber cambiado. Que el reloj no nos espera, las manecillas siguen moviéndose y los días pasando, y no hay que desperdiciar ningún momento, porque hay que hacer que cada minuto, cuente como si fuese el último.
Que hay que aprovechar la vida a cada instante, porque el día menos pensado se acaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario